Familias del distante sector Potrerillos renovaron los implementos de su posta rural y sede social

Vecinos de este rincón de Puchuncaví desarrollaron un proyecto en conjunto con la empresa de trasmisión eléctrica ISA InterChile

PUCHUNCAVÍ.- Potrerillos es una de las 22 localidades pertenecientes a la comuna de Puchuncaví. Está a 5.5 kilómetros del centro de la ciudad, en medio de bosques, montañas y quebradas. Para llegar, el visitante debe avanzar por la Ruta F-30-E hasta el sector de El Rungue para luego tomar el desvío a la derecha por la F-126, que un par de kilómetros más adelante cambia de nombre y pasa a llamarse F-132.

El camino es sinuoso y va en constante ascenso. Incluso, en algunos puntos, las curvas son extremadamente cerradas, por lo que se debe conducir con precaución. A lo largo de la ruta no se ven construcciones, sólo enormes pinos, eucaliptos y otras especies nativas que dan un especial verdor a los cerros. A poco más de tres minutos de El Rungue, lo primero que se ve es una imponente edificación pintada de blanco: la posta de salud.

Pasando esa curva, se ven las casas de los vecinos. Muchos de ellos tienen vehículo y pueden conectarse con la ciudad en poco más de siete minutos. Sin embargo, aquellos que deben trasladarse a pie, necesitan casi una hora.

En este apartado lugar viven cerca de 25 familias: Muchas han llegado desde diferentes puntos de la región y del país en busca de tranquilidad. Hay oriundos de Chanco -Región del Maule-, además de Quintero, Quillota y otras ciudades aledañas.

La gran mayoría de los residentes son adultos mayores, a quienes la lejanía y el abandono les pesa más que al resto.

Por lo mismo, en el marco del proyecto de construcción de la carretera eléctrica “Cardones Polpaico”, se inició un trabajo conjunto de esta comunidad con la empresa ISA InterChile, destinado a generar cambios relevantes en la calidad de vida de estas familias.

La tarde del viernes 27 de diciembre se realizó la ceremonia de entrega y cumplimiento de las medidas establecidas en la Resolución de Calificación Ambiental del citado proyecto, donde se consideró la implementación de mobiliario y equipamiento en la sede social y la posta rural de la localidad de Potrerillos.

Además de ser un momento para conocer el resultado del trabajo entre la empresa y la comunidad, dicho encuentro representó un paso importante en la construcción de confianzas mutuas.

 

EL ORGULLO DE LA SEDE SOCIAL

La junta de vecinos de Potrerillos funciona desde hace 30 años y cuenta con un moderno y cómodo espacio para reuniones y otras actividades. Sin embargo, es una edificación reciente, ya que fue construida hace dos años. Antes, se reunían bajo una ramada que los cobijaba levemente del sol y la lluvia.

Postularon a fondos de Gobierno para concretar su construcción, pero faltaban implementos y mucho mobiliario.

El año 2015, ejecutivos de ISA visitaron Puchuncaví para exponer a la comunidad los alcances del proyecto de la carretera eléctrica y establecer una serie de compromisos de apoyo a la comunidad.

Tras varias visitas, se tomaron acuerdos y, una vez iniciada la operación de la carretera eléctrica, se fueron entregando paulatinamente distintos implementos. En el caso de la sede social, la empresa aportó con una inversión en sillas, mesones, horno y fogón industrial a gas, congeladora, calefón, electrodomésticos varios, ollas, platos y servicios.

El presidente de la junta de vecinos de Potrerillos, Juan Mena Palma, reconoce que, como suele suceder con estos proyectos, se pasó de las dudas a la confianza.

“Al comienzo, honestamente, no esperábamos mucho. Pero al final decidimos conversar y expresar a la empresa las necesidades de nuestro pueblo. Estamos muy agradecidos por lo que la empresa ha hecho por nosotros, satisfechos y agradecidos, ya que ahora nuestra sede social y nuestra posta rural están en mejores condiciones”, comenta el presidente.

“Ahora tenemos una implementación fenomenal y con orgullo digo que tenemos la sede social más bonita de la comuna”, celebra Juan.

Este dirigente ha dedicado más de la mitad de su vida al trabajo social y vecinal. Oriundo del sector de San Isidro de Quillota, ha estado a cargo de varios proyectos. Incluso, antes de llegar a Potrerillos hace 30 años, fue dirigente en Santa Rosa de Colmo, donde también dejó su huella.

“Siempre me ha gustado que la gente tire para arriba y me siento satisfecho por lo que he logrado”, expresa el dirigente.

Alejandra Salazar Vicencio es secretaria de la junta de vecinos. Llegó a Potrerillos hace casi 30 años desde La Quebrada, otra localidad rural de Puchuncaví y, ante el resultado del trabajo asociativo con ISA, comentó que “es bueno contar con estos espacios nuevos”.

“Somos un pueblo de campo que lamentablemente está alejado, donde cuesta que llegue la ayuda. Ojalá la empresa nos pueda colaborar más”, agregó.

 

CÓMODA POSTA DE SALUD RURAL

A mediados de la década del noventa se construyó, también con aportes del Gobierno Regional, la Posta Rural de Potrerillos. Está instalada en el mismo terreno de la sede social y es la primera edificación que se ve al entrar al pueblo. Actualmente, opera con un médico, un kinesiólogo y un técnico paramédico, quienes acuden desde el Cesfam de Puchuncaví, que atienden el último jueves de cada mes, desde las 14 horas.

Como la mayoría de los habitantes son adultos mayores, su funcionamiento es muy necesario. Aunque el Departamento de Salud Municipal trabajaba arduamente para mantenerla en buen estado, los recursos siempre han sido suficientes.

Por ello, cuando los vecinos se reunieron con ISA InterChile no dudaron en exponer la necesidad de contar con más y mejores implementos para este recinto de salud.

Olga Basáez Osorio, encargada de su mantención, manifiesta que el aporte de ISA Inter Chile permitirá trabajar en mejores condiciones: “Antes la posta no era tan cómoda. Teníamos implementos muy antiguos, pero ahora tenemos elementos más modernos. Con esto el médico tendrá comodidad para entregar su servicio y los pacientes también tendrán un mejor lugar para recibir sus atenciones”.

El aporte de la empresa consistió en 10 sillas multifuncionales, un Smart TV de 40 pulgadas para la sala de espera, tres cortinas separadoras grandes y otra mediana; un diario mural de un metro de largo por 80 centímetros de ancho y un mueble modular.

Se sumaron a estas entregas vasos y platos, ampolletas, focos largos LED, un escritorio, una camilla, baldes de pintura y una escalerilla.

El presidente de la junta de vecinos de Potrerillos comenta que esto marca un antes y un después, en cosas que parecen sencillas, pero son muy significativas: “Como no había cortinas separadoras, incluso las vecinas antes no se podían desvestir tranquilas para ser examinadas, pero con este aporte podremos habilitar espacios especiales para médicos y pacientes”.

Hugo Basáez Osorio, vecino nacido y criado en Potrerillos, es constructor y valora estos cambios: “Hemos tenido una buena relación con la empresa, más allá de las dificultades que nos ha tocado enfrentar. Lo importante es que hemos recibido lo que pedimos, que sin duda ayudará a los vecinos. Por lo mismo, estamos agradecidos”.